domingo, 9 de enero de 2011

Se acabó.

Se acabó. La final del Dakar es, otro año más, un sueño inalcanzable. El 425 que tan bien se venía portando, dijo basta. Hoy, en el enlace camino a la especial de la 7ma etapa, se quedó en 3 cilindros y ahí se quedaron, sin poder continuar. Aparentemente se rompió una junta, es el diagnóstico preliminar hecho en la carretera y que no podrá solucionarse hasta que ya sea tarde para poder largar la especial de hoy.

De momento no puedo darles más detalles. Joan me llamó desde una zona con pésima cobertura de móvil y es todo lo que pudo decirme en una comunicación muy entrecortada. Eso, y que estaban esperando al camión T5 para que los remolque hasta el siguiente campamento en Antofagasta. En cuanto tenga más noticias, les cuento.

Ahora les toca relajarse, llevar el coche al próximo campamento y empezar a pensar cómo montar todo para estar nuevamente en el próximo Dakar.

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